Queridos amiguitos...
...En este mundo todo está bajo control ¿todo? No, una aldea poblada por irreductibles galos resiste ahora y siempre al opresor, todo gracias a una poción mágica que les hace invencibles. Tan, tan, tan: EL CEREBRO”
Vivimos en un sistema que mantiene a tres cuartas partes de la población mundial en algún espacio entre la pobreza extrema y la pobreza a secas. Las personitas que vivimos en el primer mundo, ajenos a las miserias que sufren en el tercer mundo, somos felices por tener que trabajar entre 8 y 12 horas, pagar una hipoteca de 45 años y no llegar a fin de mes.
Si señor, la felicidad del ser humano en occidente pasa por el consumo desaforado, ya que las empresas, las verdaderas líderes del sistema capitalista, tienen que dar beneficios a sus accionistas, a ser posible en mayor grado que el ejercicio anterior. Eso implica vender más, por lo que el tiempo de las personas está más hipotecado para poder consumir más. ¿A qué precio están los cinco minutos de tiempo de un occidental medio? Entre 0,79 y 1,50 euros. Asombroso ¿verdad? Pues eso el lo que vendemos nuestro tiempo. Pensemos si nos compensa.
El sistema funciona mal porque nos vino grande el proyecto. Es decir, es como cuando te pones delante de un aparato del que eres capaz de intuir una potencialidad maravillosa, pero del que se desconoces el funcionamiento. Entonces se utiliza, conociéndolo sobre la marcha. Por lo que se van a cumulando los errores, unos sobre otros, poniendo parche sobre parche, llegando así a la situación actual.
El ser humano ha sido capaz de lo mejor y de lo peor, más de lo segundo que de lo primero. Ya que los excepcionales momentos de brillantez en los que el ser humano ha demostrado estar a la altura de las circunstancias han sido eso: momentos. Esperemos que en la dirección del mundo hacia algo mejor y más humano sea una de esos momentos de brillanteaz.
Bien pues con este esbozo del sistema, sólo me queda explicar porque empecé con la famosa coplilla de la Polla Record. Usemos el cerebro, aunque sea sólo intentarlo como yo hago, porque no me da para más. La única manera de luchar, contra un sistema que nos aliena hasta el extremo de robarnos el tiempo, es usar el cerebro y estar atentos para observar las contradicciones del sistema y forzar esos resquicios de debilidad para desestabilizar el sistema y forzar el cambio hacia algo más humano.
Tampoco quiero mostrarme muy optimista en este sentido, el optimismo es una cualidad que no me define. Sólo espero que poco a poco se extienda la concienciación, algo harto difícil es este mundo del Reality Show. El sistema nos ha convencido, somos parte del reality global.
Espero que este Blog sea esa aldea poblada por irreductibles galos.
Jluna
3 Comments:
Un articulo interesante; pero mucho me temo que formamos parte de ese sistma, nosotros somos el sistema, aunque no podamos controlarlo, dependemos de el y a veces luchamos para protegerlo.
Estoy de acuerdo en que algo no funciona, cuando para que nosotros podamos OPTAR a la felicidad millones de personas tienen que sufrir y morir de hambre y enfermedades. Error en el sistema
Javierg anota bien. Para ampliar eso de que orgánicamente formamos parte del sistema, hay que ver el concepto de biopolítica de Michel Foucault. Pero podemos trabajar para subvertirlo, o al menos hacer de moscas cojoneras. Por ejemplo, haciendo como nos aconseja Manzano: Usando el cerebro. yo añadiría, y el corazón y las entrañas. Trabajemos para ser biologicamente sediciosos.
Tu eres grande, está bien eso de ser los de la "Pqueña aldea" resistente y de visión global. Sii Siii
Saludos
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