D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

miércoles, enero 04, 2006

Mentiras, verdades e ilusiones


Me pregunto qué pasaría por la cabeza de los asesores de imagen del Rey y su séquito cuando decidieron trucar una foto de la Familia Real y después usarla como felicitación navideña. Yo creo que se debieron beber una botella de Pacharan, porque habría que ser un poco tonto (o estar muy borracho) para no darse cuenta de que no somos tontos. Apenas tardo, de hecho, un par de días en saberse. Los mas avispados en el arte del Photoshop empezaron a jugar con la foto y ya circulan por la red algunas que son verdaderamente tronchantes. ¿Tan difícil era reunirlos de verdad y hacerles una puta foto en el salón de la casa (o debería decir palacio, castillo, mansión)? Parece ser que sí, que era mejor trucar una y quedarse tan panchos. Lo cual que sugiere que esa felicidad que nos pretenden transmitir a todos los que poblamos este país sólo es una mentira. O una ilusión.

Tiempo atrás ya discutí en esta pagina el concepto de ilusión; pero lo hice desde el contexto de optimismo, esperanza, sueño, de la palabra. Tiene otro, también importante, que es el de distorsión de la realidad. Vemos algo que en realidad no existe porque nuestro cerebro (o nuestro corazón) lo interpretan como si existiese. A veces incluso queremos verlo así, queremos agarrarnos a un clavo ardiendo, porque por mucho que nos queme, nos sigue dando algo bueno, y aceptarlo tal y como es supondría dolor. Quizás sea el miedo a ese dolor lo que nos hace crearnos la ilusión; Quizás sea la esperanza, esa fuerza poderosa que no nos deja rendirnos a la contundencia el muro de la realidad. La frialdad de la lógica nos obliga entonces, a analizar mentiras y verdades, pero es necesaria cierta objetividad, porque de lo contrario podemos manipularnos a nosotros mismos.

La verdad absoluta no existe, la mentira absoluta sí. Hay verdades a medias y también mentiras a medias, pero esta última suele mucho más contundente. Algunas son suaves (las llamadas piadosas) y otras tan hirientes que prefieres no hacer preguntas para destaparlas. Ir con la verdad por delante tampoco es muy recomendable en ciertos casos. E ir mintiendo por la vida genera desconfianzas y malos rallos, hasta que esas mentiras se vuelven contra ti. Supongo que entonces, a veces hay que mentir y a veces hay que decir la verdad. Y huir de las ilusiones que nos hacen daño. Algo bastante difícil a veces por cierto. Porque creo que las necesitamos tanto como las odiamos. Ya sean mentiras, verdades o ilusiones, nos hacen falta.

Después de leer Un Mundo Feliz me planteé si es cierto que la ignorancia es la felicidad; si realmente ese mundo era feliz. Nadie se quejaba de nada porque para ellos no existían las quejas. Todos aceptaban su condición porque a todos se les hizo creer que no podía ser de otro modo. Esa forma tan hermética de ver la vida a priori es una protección. El mundo estaba diseñado para que nadie pudiese tener un conflicto, que es la base de la infelicidad y del dolor. Dos deseos enfrentados uno con otro. Todo era mentira por supuesto, pero funcionaba. Y si no quedaba el soma. La verdad puede ser dolorosa, pero es la que le da sentido a las mentiras. Y las ilusiones, son las que convierten a las mentiras, en verdades.

3 Comments:

At 16:01, Blogger Aitor Ordax said...

Buena reflexión. Creo que es preferible ir siempre de cara, con la verdad por delante, al menos con las personas que nos importan. Sin embargo, ¿es mejor provocar desdicha y desilusión en las personas queridas cuando, en ocasiones, es preferible para todos una mentira piadosa? La respuesta es complicada.

Has citado a Huxley, quien propone en Un mundo feliz un modelo (que, todo sea dicho, critica), y es válido. A mi me viene a la cabeza la "fe agnóstica" de Unamuno en San Manuel Bueno, mártir.

Me alegra que esto cobre vida de nuevo. Felicidades a todos los D-Generados.

 
At 09:06, Blogger javier said...

Me viene a la cabeza el personaje de Chloe en Match Point, el cual permanece ajeno a la que lia su marido y no llega a enterarse de sus particulares hazañas. La ignorancia la protege del dolor. La mentira les protege a ambos (bueno, sobre todo al marido, y no solo la ignorancia, tambien la suerte). No es piadosa desde luego, pero en cierto modo si es un mundo feliz

Un abrazo

 
At 11:53, Blogger Mocka said...

Y si a veces estamos acostumbrados a la mentira, hasta que se convierte en realidad obvia y palpable?
Huxley nos propone esta falsa realidad, donde el criterio depende del punto de vista.
Personalmente apoyo a Aitor Ordax, con los seres amados hay que ir con la verdad por delante.

 

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