El precio del dinero

Ser demasiado ambicioso en la vida puede tener graves consecuencias; sobretodo cuando para hacerte rico decides traspasar los límites que marca la ley. Está claro que todos viviríamos mejor con más pasta, pero no por ello vamos a ponernos a atracar bancos, pasar perico o, como es el caso de los personajes que hoy nos ocupan, corrompernos hasta la médula.

Marbella, la Miami española, está que arde; una trama de dinero negro, sobornos y chanchullos (que bien podría transcribirse en el guión de una película) acaba de ver la luz. Lo curioso es el calibre de esta corrupción: la alcaldesa, los tenientes de alcalde y un buen número de concejales (incluso se sospecha de la policía local) implicados y la cantidad de dinero negro decomisado (cuentas bancarias, bienes materiales y metálico) que no es precisamente un puñado de euros.

2400 millones de euros es una burrada; yo hay meses que no los gano. A una de las acusadas le fueron incautados 360 mil euros (en billetes de quinientos) que guardaba en la caja fuerte de su casa. Ya me estoy imaginando el sarcasmo del abogado defensor. “No, verá era calderilla para comprar el pan”. Cuadros, caballos, coches de lujo, la lista es interminable. Ello ha provocado la disolución del ayuntamiento, algo sin precedentes en la historia de este país.

Lo que son las cosas: unos ganando sueldos ridículos (la generación milenaria) y sufriendo para llegar a fin de mes y otros nadando en billetes. Bueno, tiene su lógica: para que unos estén forrados, otros deben pasarlas putas. Si ya de entrada los políticos suelen cobrar buenos sueldos (bastante mayores que los de un trabajador normal) parece ser que para algunos no es suficiente y hay que ganar más. No faltarán pues empresarios que deslicen sobres abultados en la mesa (normalmente del sector urbanístico).

Si les han pillado desde luego, es porque se han pasado; no me cabe duda de que docenas de ayuntamientos a lo largo de toda la geografía española están igual de podridos, pero claro, roba seiscientos euros y nadie se dará cuenta. Roba 6 millones y estás jodido. Así pues la avaricia ha podido con estos individuos; ahora se supone caerá en ellos todo el peso de la justicia. ¿No? Ya veremos, pues la justicia en este país……..

El escándalo Tamayo-Saéz no fue muy distinto a esto; otro caso de corrupción que no pudo probarse tras meses de investigación. Le costó al PSOE la presidencia de la CAM; y estos dos individuos fueron expulsados del partido, pero el daño ya estaba hecho. ¿Cuánto les pagarían? Qué gracioso. Todo el mundo sabe (ellos también) que los compraron, pero si no se puede demostrar no hay nada que decir. Así es la justicia.

Moraleja: disfruta de lo que tengas, sea mucho o poco; no es malo ser ambicioso, querer llegar lejos y ganar dinero. Pero querer hacerte rico te puede convertir en un gilipollas integral, y como es el caso, un gilipollas integral entre rejas.