D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

miércoles, marzo 29, 2006

ETA KANPORA

ETA kanpora. Las ideas políticas se defienden a través de la política, no con las pistolas, los tiros en la nuca, las coacciones, las extorsiones y el miedo permanente. Eta sobra.

Por lo tanto, no querer que este proceso de paz triunfe sólo puede provenir de alimañas. Alimañas las que quieren seguir matando porque no saben hacer otra cosa. Y alimañas también los que quieren que la bicha siga existiendo por intereses políticos, económicos u otros. Los que quieren seguir recogiendo nueces, los que no quieren quedarse sin argumentos políticos. Los que quieren seguir cobrando.

Dicho esto, para no querer que ETA desaparezca, hay que ser un auténtico hijo de puta. La sociedad vasca, la sociedad española, lo quiere y lo necesita. Ahora bien, ¿Cómo se hace?

Para saber qué es lo que hay que hacer, hay que conocer como se gesta ETA. Todos sabemos la historia. Brevemente y tomen esta frase de puntillas: Una región con tradiciones propias en las que un iluminado racista engaña a muchos, un general bajito con bigote que cuarenta años dió por culo a casi todos y a algunos en especial. Nace la Eta, Carrero pum, muere Franco, llega la democracia, algunos se van y otros siguen practicando la mafia. Yo mato, tú recoges nueces y miramos para otro lado.

Ahora bien, no soy nacionalista. No lo soy porque creo que todos, tirando de pasado, podemos crearnos nuestros mitos y nuestras naciones. Desde la nación sueva hasta la República Independiente de Cartagena. No aguanto las mitificaciones y el tráfico de emociones que se montan los de siempre para mantener el tinglado. Del mismo modo, detesto a los que oponen la rojigualda al vasco, catalán o gallego. Ya he escrito sobre ello en este mismo sitio: No entiendo de que manera pretenden intentar que esas personas se sientan españolas con frases como "no sois españoles sois hijos de puta" o agitando banderas con una mano y haciendo "deditos" con la otra. Claro, que no es que quieran o pretendan nada. Son la misma clase de escoria que se aferran a tres símbolos en los que realmente no creen, sólo para poder usar la violencia.

Cuando acabó la guerra civil, media españa tuvo que aprender a mirar a la otra. No defiendo a los que se amparan en una bandera u otra, un credo u otro. Todos fueron engañados, algunos sólo tienen la culpa de haber nacido en tal o cual sitio. Los tuyos mataron a los mios. Pero los mios reprimieron a los tuyos 40 años.

Muchos nacimos en democracia y sólo queremos mirar para adelante.

Por eso, en esta España de hoy, una organización como ETA es un total contrasentido. Y debe hacerse todo lo posible para que deje de existir. El método policial es una manera, pero faltaría siempre un asunto esencial: hay que erradicar el odio. Para ello, el método no es encarcelar a todo disidente, sino atraerle a los valores democráticos.

Con esto, no digo que no tengan que cumplirse las leyes. Si un tio ha matado a quince personas, por mi se puede quedar en la cárcel hasta que los gusanos pasen la cuenta. Con esto, tampoco digo que haya que ningunear a las víctimas de ETA, como a veces se hace (aunque crea que algunas de ellas no tienen razón por muy victimas que sean - y también he hablado de ello aquí antes-). El método es el que haría un buen padre: traería a sus dos hijos y les haría darse la mano y mirarse a los ojos. Y que el apretón de manos fuese sentido.

Ahora bien, el párrafo ha quedado muy bonito, pero la cuestión es cómo se hace eso en la vida real. Pues...muy complicado. Pasarán años y alguna que otra generación. De repente, y no tengo duda de esto, un día todo parecerá lejano. Y todos podrán mirarse a los ojos.


Muy bien. Eso no quiere decir que me haya vuelto ciego y no vea el hijoputismo. Los políticos tienen sus intereses y cada uno (que triste, pero que cierto) tirará hacia ellos. Hay que exigir altura de miras, aunque sepamos que no la va a haber. De estadistas no andamos sobrados.

Y no soy gilipollas y no me creo que la ETA se haya vuelto un corderito. Sigo repudiando al que mata a una niña en Santa Pola, al que pega un tiro en la nuca a un periodista. Al que se carga a un cocinero sólo por freir patatas dentro de un cuartel. No olvido y no perdono al asesino. Sólo quiero que no sigan dándose las condiciones actuales, esas que han hecho que un chico cualquiera se haya convertido en un salvaje que intenta imponer sus ideas a base de tiros en la nuca. Y eso sólo se consigue educando. En derechos humanos y no en derechos de la tribu. Lo contrario apesta a nazismo.

Por eso, permítanme que tenga esperanza de que esto se arregle. De que me equivoque y de verdad ETA haya pensado que esto ya no tiene sentido (nunca lo tuvo, pero ahora menos). Que los políticos estén a la altura y cedan en lo que se puede ceder, que tengan los gestos que dentro de la legalidad se pueden tener. Que la sociedad, la vasca y la española, estén a la altura y pronto aprenda a mirarse a los ojos.

Querría que cuando mi sobrino crezca preguntara ¿Qué era eso de la ETA?

Y me gustaría pensar que a todos los españoles nos diera igual quién se llevara el premio Nobel por ello.