No somos libres

¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza?

Me ha venido a la cabeza esta frase de Borges pensando en la libertad que nos queda. “Cada vez somos menos libres” me decía un compañero de trabajo, que lleva en esto unos cuantos años.

¿Qué estado nos protege del estado? ¿Quién nos protege del gran hermano-papá poder coercitivo?

Cada vez nos dirigen más, somos menos libres. Estudiando política me hablaron de la agenda política, y de cómo unos asuntos pasan a formar parte de la misma y otros no. Detrás de ello hay intereses políticos, económicos, lobbies…etc

España está inmersa en lo que valiendome de este articulo de la voz de salamanca, podríamos llamar “El alfombrismo”. Pero eso no interesa a nadie. También hay abierto un proceso negociador con ETA, pero llena pocas páginas. Muchos análisis de pacotilla y bilis diversa.

Lo que importa a este país es lo de siempre. Ya he escrito alguna vez antes que lo peor no es que nos tomen por tontos, sino que lo somos.

Las televisiones siguen haciendo dinero de ese espectáculo bochornoso llamado corazón de medio pelo, grandes hermanas, prostitutos y operadas. Hoy sólo se hablará de esto, como siempre. Del escándalo del día, hoy dopaje ciclista. El telediario dedicará 3 minutos a un reportaje sobre la moda en japón de los robots transgénicos. Al acabar el día se habrá dedicado más tiempo a cualquier cosa antes que a analizar la situación política, lo que ha pasado en Montenegro o quién se lo ha llevado crudo en Afinsa. Lo importante no es eso, no para los que dictan “la agenda”. No estaría nada mal, por cierto, que en esa “agenda” estuviera algún día el investigar lo que se cuece en la prensa rosa. Nos ibamos a reir de Marbella

Alguien me dirá que se dan estas cosas en la tele porque son las cosas que realmente interesan. Pero no, no es así. Nos están lavando el cerebro, guli guli guli. Mirad para otro lado mientras hacemos lo nuestro. No levanteis la voz, porque no os dejaremos dónde hacerlo. No pidas lo que no podrás tener, o porrazo en la costilla.

Las democracias son aún más débiles cuando sus ciudadanos se vuelven dóciles.