D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

jueves, abril 27, 2006

Cuando las cortinas se cierran

Hay días que no estás para nadie, y ese nadie a veces te incluye a ti mismo. No ves sentido a seguir luchando, levantarte y pensar en el futuro. ¿Qué coño de futuro? Mientras tanto, el mundo gira implacable, no le importas una mierda. Justo lo que te sientes.

He recibido esta tarde un mensaje de una de esas personas que tengo "protegidas". Una de mis personas imprescindibles, capaces de escribir algo que me hace sentir, de tener una conversación que recuerde durante meses, de hacer que quiera matarlo cuando se va a dormir a las 12...en definitiva, un amigo. De los que no tengo muchos. Estaba jodido, lo está. Amores y depresión primaveral, que les voy a contar.

No hace tanto que tuve también una mala racha y un compañero me advirtió en el trabajo, duro pero certero: "O se te quita esa cara de monja violada o te pego una sopita de hostias". Ya bastaba de estar jodido, lo sabía, pero no me salía. Son ciclos o cosas que se nos escapan a nosotros mismos, a veces te sientes arriba y otras abajo, muy abajo.

En Julio, murió una chica en la ciudad en la que estudiaba. Leucemia. No le conocía, pero sí a alguna de sus amigas. Una de ellas me dijo que estaba muy jodida y que le apetecía que quedaramos a tomar algo y charlar. No podía, asi que le mandé un correo electrónico excusándome. Decía lo siguiente:

"A veces tenemos un examen, salimos de casa con todo el mareo de no
haber dormido nada, los nervios...y vemos como el resto de hijos de
puta del mundo en la calle se están riendo, siguiendo con su vida
tan normal.

A veces se nos muere alguien, estamos jodidos y sin ganas de seguir
y vemos a tres capullos ir por la calle hablando de estupideces y
riéndose de polladas. Y te cagas en todo.

Es lo mejor que se me ocurre decirte ante algo asi. Que tristemente
todo seguirá, que con el tiempo vuelven las tonterias y las
preocupaciones por cosas que no tienen ninguna jodida importancia.
que el vacio ahi se queda, pero el mundo sigue, ajeno a todo.

al fin y al cabo, el truco está en seguir.

cuidate y sonrie de vez en cuando. es la mejor terapia"


Un par de meses después murió mi padre y ella me reenvió el email: "El mejor consejo que te puedo dar es que sigas tus propios consejos".


Esta vez no ha muerto ninguna persona, pero sí ha muerto un amor, una vida en conjunto. Y aunque nos parezcan desde lejos tragedias sin importancia, como ya he comentado otras veces, son nuestras tragedias y nos duelen. Mucho.

Asi que amigo...te quiero ver otra vez dando guerra. Eso o una sopita de hostias.

Un abrazo