D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

viernes, mayo 13, 2005

Del disco de Nipkow a la telebasura

En 1884 tuvo lugar uno de los hitos que determinarían el devenir del ser humano del siglo XX y de comienzos del XXI. El alemán Nipkow presentó su famoso disco, la invención más importante del siglo XIX en la transmisión eléctrica de imágenes en movimiento a distancia.

Este hallazgo permitió que otros muchos inventores novecentistas y del siglo XX continuaran sus investigaciones hasta obtener el tubo de rayos catódicos, primero, y la pantalla de plasma de la "revolución numérica", mucho después. Las gentes de la época se fascinaron con la aparición del televisor.

El ingenio de este alemán caló muy pronto --en torno a los años 20 y 30 del siglo pasado-- entre el público, que poco a poco se iría incrementando. Un tal Göebbels, pronto, se dio cuenta del poder de ese aparato, así que decidió explotar su utilización como principal herramienta de la propaganda nacionalsocialista alemana, con los resultados que todos conocemos.

Durante la II Guerra Mundial, ambos bandos se percataron de la importancia de la televisión para lograr sus objetivos, mientras los estadounidenses hacían sonar la caja registradora con aquel invento. En España, como en tantas y tantas cosas, no tuvimos la suerte --o la desgracia-- de sufrirla hasta 1956, en pleno apogeo dictatorial del General Franco.

Estos apuntes históricos de la televisión parecen estar narrando una leyenda. Podría tratarse de una lección épica de la Historia de la Comunicación Social y, sin embargo, hoy, asistimos al relato de la Crónica de una muerte anunciada.

La televisión de nuestros días parece haber entrado en una espiral de desmoronamiento irremediable. Los pilares que sustentan el periodismo televisivo se tambalean. Puede parecer tremendista pero se lo dice alguien que, actualmente, trabaja en una agencia que surte de imágenes a las televisiones, y que ve en crisis aquellos conocimientos básicos que adquirió en la facultad.

Desde el comienzo de la carrera, se aprende la máxima de que "la radio cuenta la noticia, la televisión la muestra y el periódico la explica". Puede que sea cierta, pero olvida otra afirmación: la televisión condiciona al resto de medios. Y no precisamente para bien.

La más absoluta pequeñez sin trascendencia, puede convertirse en noticia --que luego será incorporada a un boletín radiofónico y explicada en los periódicos del día siguiente-- simplemente porque cuente con imágenes atractivas, espectaculares o emotivas.

La noticia es lo relevante. El periodista tiene que estar preparado para dirimir qué es lo relevante. Si no, no debe ejercer este oficio. Dedíquese a otra cosa, porque de no ser así, el resultado derivará en una devaluación de la profesión, en la que ya estamos inmersos.

Por tanto, o reconocemos que la noticia es lo relevante, también en el caso de la televisión, o reconocemos que el aparato derivado de aquel disco de Nipkow, sólo sirve para llenar las pantallas de entretenimiento, en el mejor de los casos, o de telebasura, en el peor de ellos.

De mi escasa experiencia en el medio, puedo extraer una conclusión: siempre que pueda, no encaminaré mi futuro a ejercer la profesión en este medio. Y aunque parezca contradictorio, parafraseando a un conocido dictador procedente del Cantábrico, les haré una recomendación: hagan como yo y no vean la televisión. Hay formas mejores de perder el tiempo.

4 Comments:

At 22:54, Blogger ru said...

Homo videns no sapiens, compañero. Y te lo dice alguien que exactamente dentro un mes, lamentablemente, empezará a trabajar en dicho medio de manipulación.

Excelente artículo. Me vuelvo a mis canelones. Un saludo Ordax

 
At 12:34, Blogger Javier Luna said...

El problema no es el medio, sino el uso que se hace de él y los intereses que lo condicionan. Ya no importa lo que se cuenta, sino a quién beneficia lo que se cuenta. Una pregunta ¿cuántas de las noticias que aparecen en TV, radio o periódicos realmente interesan y son útiles?

 
At 13:07, Blogger Aitor Ordax said...

Yo lo retorcería aún más. ¿A quién interesan? Es fundamental este aspecto porque se da por supuesto que esas noticias, seleccionadas por un redactor, responden a una demanda. Me temo que esa demanda no existe ni en prensa (que ni siquiera es ojeada), en radio (que si es oída, aunque no sé si escuchada) ni en TV (de la que el público parece consumir todo lo que se les pone). Que alguien me diga dónde está esa demanda (espero que nadie me venga con la historia de los audímetros).

 
At 20:06, Blogger Javier Luna said...

Pues bien, me alegra que me hagas esa pregunta. Verás, los audímetros son unos aparatitos que se colocan en las casas...

No sé quizá tanta desinformación, a base de ruido, les permite, siempre me refiero al poder, hacer llegar sus mensajes con mayor claridad -Por eso aprueban sistemas de autorregulación que saben que no funcionan- ya que con un simple cambio en la presentación todo cuela. Como en la La guerra de los mundos.

 

Publicar un comentario

<< Home