D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

martes, julio 19, 2005

La autodestrucción del yo

Hace unos días Tele5 emitió un programa, capitaneado por la infumable Mercedes Mila, que trataba sobre el consumo de drogas en nuestro país, que es de los mas elevados del mundo (cocaína). Entrevistas a consumidores, ex-consumidores, traficantes, autoridades policiales, médicos y demás. El reportaje fue bastante explícito y no dejó indiferente a casi nadie. Más curioso que el contenido fue la forma de abordar el problema, con toda la intención de generar alarma social y presentándolo como si fuese algo nuevo y ellos tuviesen el honor de ser los descubridores. Sucedió algo parecido hace unos años, cuando un chaval murió en una discoteca del sur, después de haberse comido cinco o seis pastillas (creo que de MDMA). Ingresó en el hospital con taquicardia (200 p.p.m.) e hipertermia (42 ºC), falleciendo horas después. La autopsia reveló que literalmente tenia los órganos internos reventados. El padre del chaval fue de plató en plató, destrozado lógicamente, gritando que “¡a mi hijo lo han matado!”. Claro, señor, a su hijo le metieron las cinco pastillas en la boca. Su hijo era un santo. No fue culpa suya. Más programas, debates, noticias y días después el problema volvió a quedar sumergido hasta nuevo aviso.

Posiblemente, uno de los mayores problemas a los que debe enfrentarse la sociedad actual es el consumo y tráfico de drogas. Según la literatura medica, una droga es una sustancia ilegal de acción psíquica que tiene como objetivo modificar la conducta del sujeto que la consume. Se clasifican en tres grandes grupos: depresores, estimulantes y alucinógenos. Cada sustancia tiene unos posibles efectos determinados y unas posibles consecuencias adversas. El consumo de drogas puede originar problemas y trastornos de diversa consideración y constituye un verdadero problema de salud pública al originar dolor, sufrimiento, enfermedades, lesiones y coste a los servicios médicos y sociales, delincuencia, superpoblacion en cárceles, muerte....

El problema, como he dicho, no es nuevo, pero estos últimos años esta alcanzando niveles epidémicos. Las edades de inicio de consumo han bajado hasta los 13 años y la conciencia de riesgo es prácticamente nula. Cada vez hay más consumidores y cada vez más jóvenes. Conseguir drogas es relativamente fácil y últimamente incluso barato. Todos los ambientes, a todas horas, todas las clases sociales. ¿Qué está pasando? ¿Y la prevención? En realidad está funcionando, pero solo tiene cierto margen de eficacia. No llega a una parte del espectro de población. Y los términos medios están desapareciendo. Cada vez hay más chicos y chicas que no las consumen, pero por otra parte también aumenta el número de chicos y chicas que se drogan mucho, llegando incluso a la politoxicomania. Y cuanto más metido se esta, más difícil es salir. Requiere un largo y complicado proceso en el que hay que cambiar prácticamente todo.

El perfil del consumidor ha cambiado; la heroína esta de capa caída y se reduce a círculos autodestructivos y marginales. La cocaína y el éxtasis son los nuevos reyes de la noche; hoy en día vinculadas al ocio, a la fiesta, a noches interminables en búsqueda de sensaciones y experiencias gratificantes. Eso al principio, luego empieza la caída libre del individuo. La tolerancia se hace cada vez mas fuerte, teniendo que aumentar las dosis consumidas de las sustancias. Cuerpo y mente se van deteriorando y entonces el yo cambia. La persona cambia. Y con ella cambian sus relaciones con los demás. Nada puede escapar a esa mutación. Salud, familia, amigos, pareja, estudios, trabajo, ocio, sexualidad. Todo se contamina. Al borde del precipicio. Pero realmente, hasta la muerte, se puede caer tan bajo como uno quiera.

CONTINUARA.....