D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

martes, julio 05, 2005

Morir antes de nacer

Las nuevas ecografías en cuatro dimensiones muestran mucha información sobre cómo se desarrolla el feto dentro de la madre; las imágenes son obtenidas con ultrasonidos y se procesan en tiempo real con un software específico. Es posible ver cómo el feto sonríe, se chupa el dedo, juega con el cordón umbilical, etc. Observar una nueva vida que está en camino. El problema es que esta nueva vida, a veces, no es deseada. Bien sea por una noche de pasión o una deleznable agresión, se convierte en un gran problema. Surge entonces la posibilidad de acabar con ella, de eliminarla. Surge un gran dilema. Técnicamente hablando el aborto es ilegal, pero hay tres casos en los que está despenalizado: cuando existe un grave riesgo físico para la madre, cuando el embarazo es fruto de una violación y cuando se realice dentro de un período determinado de tiempo después de la concepción.

Ser padre (o madre) es, en teoría, el último paso hacia la vida adulta. La procreación es uno de los parámetros básicos de cualquier forma de vida, pero en los humanos es algo más especial. La expresión del amor entre dos personas y la necesidad de crear algo juntos. Es al mismo tiempo una gran responsabilidad. Hay que estar bien preparado y haber madurado lo suficiente. Por supuesto aunque haya impedimentos biológicos ello no impide que se pueda ser un buen padre o una buena madre. El tema está de actualidad por la nueva ley. Lógico que dos personas el mismo sexo no puedan concebir hijos, pero eso no quita que puedan amarse y ser felices. Y lo importante es que haya amor de por medio, sea homosexual o heterosexual. ¿Cuántas buenas familias son en realidad pura fachada? Sí, un mundo feliz.

El mundo real, sin embargo, dista mucho del cómo debería ser. Cada año decenas de miles de chicas se quedan embarazadas sin desearlo; la mayoría son muy jóvenes. ¿Qué es lo que falla aquí? La educación sexual. Estoy de acuerdo, habría que educarlos sobre la necesidad de usar métodos anticonceptivos. ¡No, nada de preservativos ni de relaciones; el sexo sólo vale para la procreación, y únicamente después del matrimonio; todo lo demás es pecado! Pero ese mensaje es irreal, distorsiona el sexo y ni de lejos llegaría a los jóvenes. ¡Ah, ya entiendo, eres un rojo, progre, inmoral, anticatólico y pervertido. Seguro que también apoyas a los aberrantes gays! ¡A ver si te enteras; sin sexo no hay embarazos, y sin embarazos no hay abortos! Bueno, pero ¿tú quieres ayudar a resolver el problema o a empeorarlo?

Disculpad, estaba hablando con un representante católico; hay que ver, nunca cambiarán. Sí, es cierto, sin sexo no habría problema. Pero a la gente le gusta el sexo, y muy pocos siguen ya esas premisas que rozan lo patológico. Tened cuidado, pues a lo mejor, los enfermos sois vosotros. Por supuesto que cada uno haga lo que quiera, pero la educación sexual es fundamental. Y no se trata de enseñar a los chicos y chicas las posiciones del Kamasutra, ni proyectar películas porno en clase, o animarles a fornicar sino de comentar el tema, con naturalidad y fomentando los verdaderos valores humanos. La sexualidad, tenga o no tenga amor de por medio, forma parte de la condición humana; me da que aquellos que deciden reprimirla se sienten frustrados, y ante esa frustración empieza a funcionar el “si yo no puedo tu tampoco”. Y luego, claro está, “todos son unos inmorales y la sociedad está enferma ”. Mejor que los chavales y chavalas sepan que el sexo no es un juego, que deben tomar precauciones. Ya no sólo ante posibles embarazos, sino también para protegerse de las ETS.

No puedo considerarme defensor del aborto, pero tampoco un detractor; entiendo que la vida esta llena de putadas, en las que hay que afrontar una elección y elijas lo que elijas estás jodido. Por ello es muy importante tener cuidado con ciertas cosas. Los métodos anticonceptivos, por desgracia, también pueden fallar. Un pequeñísimo porcentaje, pero porcentaje al fin y al cabo. Es una putada cuando pasa. Por eso entiendo que es una decisión personal e intransferible. Y desde luego, creo que traer un hijo no deseado al mundo es condenarlo a una vida de sufrimiento. Y si encima el hijo es producto de una agresión sexual ya ni te cuento. Quizás eso no justifique el aborto, pero tampoco creo que lo condene.

En estos momentos no tengo pareja y mi vida sexual es bastante escasa, pero siempre llevo un preservativo cuando creo que podría necesitarlo (a ver si lo necesito pronto ); aunque me acaben caducando, mejor prevenir que lamentar; recuerdo cierto día, hace ya tiempo, en el que una chica me decía que iba a ser padre. Empecé a sentir una presión en el pecho y dificultades para respirar. Fue una broma macabra, justo en el día de los santos inocentes. En fin, al menos ahora tenemos una nueva medida de emergencia, la famosa RU-486, bautizada por algunos como la píldora asesina. Un remedio de última hora por si acaso. Y a la Iglesia, por supuesto, ni puto caso. Que chillen todo lo que quieran, yo ya no los oigo. Pero tened cuidado; sabéis lo que debéis hacer, así que simplemente hacedlo.