D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

viernes, enero 27, 2006

"La violencia debe pasar y pasará"

Entrevista de Iñaki Gabilondo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero, emitida en Cuatro ayer, jueves 26 de enero a las 21.45 horas.


"La violencia debe pasar y pasará", subrayó Rodríguez Zapatero ayer. Se refería al fin de la violencia en Euskadi y cualquier espectador de la entrevista televisiva con cierto grado de perspicacia, notaría que ese pretendía ser el mensaje de una entrevista, descaradamente pactada con anterioridad (como casi todas en el medio audiovisual), aunque con algunos matices de independencia por parte de Iñaki Gabilondo a la hora de preguntar. Gabilondo, cuyas afinidades políticas son conocidas por todos, intenta desmarcarse en sus entrevistas a líderes socialistas --sólo hay que recordar la famosa entrevista en TVE a González en plena tormenta de los GAL, en la que el periodista comenzó con la pregunta: "¿Es usted el señor X?", ante la perplejidad del ex presidente--.

Ayer, esa independencia tensionó a Zapatero en un par de ocasiones --probablemente, por inmadurez política-- aunque se desenvolvió como pez en el agua en la mayor parte de ella, por ser intencionadas pero ligeras de mala idea. Fueron más o menos las preguntas que todo periodista de cierto nivel debería hacer, aunque quizás, Gabilondo debería haber apretado un poco más.

Pero, en realidad, este artículo no pretende analizar la entrevista, sino la idea que ambos (el entrevistado y el entrevistador) debieron pactar previamente --"Iñaki (imagínese con la voz de Zapatero), tiene que quedar claro cuál es el objetivo de esta legislatura pero sin desentrañarlo. Sólo sugerirlo"--. Y, efectivamente, así lo hicieron.

Es posible que haya quien todavía no se lo haya planteado, porque entre los españoles lo que ahora toca es Estatut, aunque ya huele. Sin embargo, se está produciendo un fenómeno muy curioso dentro del seno del PSOE. En ese Gobierno aparentemente inexperto (alguna vez hemos dicho en pañales), que el PP considera ilegítimo y de transición, se está gestando un ejecutivo para muchos años, con lo que eso significa (algunas cosas para bien y otras para mal).

Precisamente ayer, en una tertulia tabernaria (pero muy cordial), tuve la ocasión de debatir con algunos compañeros periodistas sobre un asunto complicado pero que decidirá el futuro de España, en un sentido u otro. La clave es el fin de ETA, como maquinaria de violencia. Rodríguez Zapatero se ha propuesto, al margen de otros muchos proyectos (algunos de los cuales ya se han llevado a cabo), mejores o peores, convertirse en una especie de Tony Blair a la española. Esto es, pasar a la historia como el presidente que acabó con el conflicto vasco.

Por supuesto, no es tarea fácil. Aznar lo intentó y fracasó estrepitosamente, por equivocarse de método. Zapatero está muy cerca, porque ya ha sugerido que tiene motivos para "alimentar la esperanza". Como respuesta a una pregunta de Gabilondo, el presidente del Gobierno explicó que hay dos elementos para mostrarse "convencido de estar en el principio del fin": hace mucho que no hay víctimas mortales (cierto) y las ansias de paz son mayores que nunca (posible aunque discutible). Pero lo que me terminó de convencer de que la situación puede cambiar fue la afirmación: "Alguna información tengo también".

En resumidas cuentas, el PSOE sabe que hay disposición entre la izquierda abertzale para acabar con esta situación. El PP también lo sabe. Y ambos son conscientes de que si se consigue el fin de la violencia en esta legislatura, aunque sólo sea a través de un comunicado de ETA que anuncie que deja de matar, el primero gobernará por muchos años, y el segundo, se desplomará.

De ahí, deriva la estrategia de radicalización del Partido Popular en Euskadi y en España. Y hay un hecho clarísimo: si "la violencia debe pasar y pasará", como dice Zapatero, a los españoles "heridos" en su orgullo nacionalista se les habrá olvidado el Estatut, el traslado de los papeles de Salamanca y demás asuntos polémicos.

3 Comments:

At 21:57, Blogger javier said...

Sin duda es todo un reto, veremos cómo se desarrollan los acontecimientos. Entiendo que una hipotética negociación enfurezca a las víctimas y españolators, pero no creo que se pueda acabar con ETA a lo Steven Seagal.

 
At 11:26, Blogger masmartinez said...

Sí señor Aitor, que puesta en escena de contenidos más... periodística. Me gusta mucho cómo presentas los hechos. Yo en Francia no veo la tele, ni mucho menos "cuatro". Ya sé, debería, tengo la obligación de exponerme a los rayos catódicos, al menos, informativos. No lo hago. Envidio sin embargo, a quienes vieron esa entrevista: vaya duo !

Concuerdo sobre gran parte del contenido ofrecido en tus líneas. A mí me gustaría abordar un elemento que pone en entredicho la estratégia de radicalización suicida del Partido Popular, PP.

Hasta que la oposición no cambie de caras, ni de directiva, el PSOE tiene el poder asegurado, más que el fin de la violencia en el País Vasco. Aunque por lo que cuentas la ocasión la pintan calvas...

Un saludo.

 
At 16:19, Blogger Aitor Ordax said...

Voy a intentar encontrar la entrevista en la web. Si lo consigo pondré un enlace para los que no la hayan visto o quieran analizarla de nuevo.

Es muy cierto lo que dices, Salva. Lo que el PP está haciendo es suicida, ciertamente. Se trata de algo muy arriesgado porque lo que pretenden es erosionar a base de hostias.

Ahora bien. Depende mucho de que el PSOE gestione bien lo que tiene entre manos. El problema es que, a diferencia de los votantes democristianos, los de izquierdas son tremendamente autocríticos. Por todos es conocido que cuando la participación es baja, los perjudicados son los partidos de izquierda (desde el centro social-liberal hasta la extrema izquierda).

El problema del PP puede ser que ha comenzado su estrategia demasiado pronto y que para cuando lleguen las elecciones estará desfondado y la gente no les tomará en serio. ¿Se acuerdan del "Váyase señor, González" (léase con voz de estadista bigotudo vallisoletano)?

Aquello fue más tardío y más inteligente. Lo de ahora es un suicidio. Por lo que los comentarios reaccionarios de Zaplana y Acebes, la sumisión de Rajoy a la derecha recalcitrante y los exabruptos de Martínez Pujalte no son otra cosa que un hara kiri prematuro.

Mientras el PP no entienda que la línea que le llevará de nuevo al poder es la de Gallardón (político mejor valorado según las últimas encuestas, por encima de Zapatero), Piqué, etc., seguirá hundido en una oposición aislada cada vez más minoritaria.

Otro día hablaremos de las papeletas para que se cree un partido nacionalista de extrema derecha, que crecen por momentos, y que contribuirían a un desplome mayor del PP. Pero, ¿a costa de qué?

 

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