D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

domingo, marzo 19, 2006

El serpeteante camino de la vida


La vida discurre en zig-zag, como una serpiente cuando repta. Nunca se detiene y, siempre en movimiento, va hacia un lado y después hacia el otro.

Cuando todo marcha razonablemente bien... Zas. Algo ocurre. Un ser querido se va. Y todo parece estropearse.

Cuando todo transcurre rematadamente mal, de repente, aparece algo de luz en el camino. A veces, especialmente cuando las cosas se ponen feas, ese haz tarda en aparecer, lo que provoca que uno mismo se pregunte: ¿Qué está pasando?

Las preguntas son inherentes al ser humano, al igual que las dificultades para encontrar respuestas.

Pero la respuesta es sencilla. Lo que pasa es la propia vida. Es cierto que cada individuo decide sobre su vida, la cual queda condicionada por esas decisiones. Sin embargo, hay mucho sujeto al azar.

También yo estoy de acuerdo con el argumento existencialista que reconoce que la vida carece de sentido por sí misma. Ahora bien. En el camino del ser humano hacia la muerte, aparecen momentos absolutamente llenos de sentido y momentos absolutamente vacíos. Y eso es innegable.

Por tanto, más que un camino carente de sentido, la vida es un sendero de apariencias, en las que el momento y las circunstancias dan o quitan el sentido.

Recuerdo un artículo de Juan José Millás en el que decía que la vida es como un viaje entre Sevilla y Bilbao. Según el propio autor, él estaría ya en Burgos. Yo creo estar en Linares.

Y a pesar de seguir en la provincia de Jaen todavía, ya me he dado cuenta de que el trayecto no será fácil.

Sin duda, hay muchos puertos que escalar y curvas que superar. Sólo espero hacer el camino acompañado de buenos amigos, que sigan siéndolo y que no lleguen a Bilbao antes de tiempo.

Pero eso no depende de mí. El serpenteante camino de la vida sigue su rumbo.

2 Comments:

At 18:50, Blogger javier said...

Brillante Aitor

Si giras noventa grados ese camino en zigzag tendrás una función seno.

La vida puede ser abursa y dolorosa en muchas ocasiones; demasiadas a veces. Pero estamos vivos y hay que vivir.

Un abrazo

 
At 13:31, Blogger Javier Luna said...

yo tengo un amigo que su padre, tras morir su esposa, se dio a la bebida. Cuando le preguntamos que por qué bebe tanto, el responde un aplastante "la vida"... que se puede decir ante eso.

No me preocupa lo más mínimo, Aitor, le doy vueltas porque tengo que vivir "la vida", y porque no puedo huir de mi mismo.

Abrazo.

 

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