También era Abril
Nos pasa de vez en cuando. Vemos, oímos o nos sucede algo que hace que nuestros habituales pensamientos vacíos, sin sustancia, queden relegados. Ir conduciendo y ver los efectos de un accidente, tener puesta la televisión y recibir la noticia de un atentado. Cosas que de repente nos recuerdan lo insignificantes que somos y lo poco que pensamos en ello.
Iba a hablarles de otra tema, pero ya no importa. Hace 60 años, el 30 de abril de 1945, Adolf Hitler se suicidaba en su bunker de Berlín. Hoy he visto “El Hundimiento” y hablar de cualquier otra cosa me resultaba obsceno.
La generación a la que pertenezco no ha vivido en otro sistema político que no sea la democracia. La democracia del pelotazo, la del dedo y el cuaderno azul, con todos sus defectos que hay que cambiar, pero afortunadamente una democracia.
Las guerras que hemos vivido son las de la televisión. Los tiros que hemos visto son los de Walker en Tele 5, y siempre que no se pudiera arreglar a patadas, claro. Nuestra generación de la Play Station, Internet y la televisión, sabe que existen las guerras y los muertos, sabe que hay gente pobre y que hay telemaratones. Pero al fin y al cabo, esta generación del “Homo Videns” parece creer que eso no es del todo real.
No puede ser de otra manera. Si tomáramos conciencia de toda la brutalidad que hemos sido capaces de desarrollar, se nos vendría el mundo encima. Creemos que eso ya no existe, que ya no nos va a tocar. Yugoslavia, sí, ¿qué era eso?. Alemania y Francia hoy pueden discutir en ciertos aspectos, pero no hay un aparente riesgo de guerra. Y sin embargo, el reloj de la historia nos recuerda que hace sólo tres minutos aquí nos estábamos matando entre todos.
La extrema derecha y la extrema izquierda crecen, pero miramos para otro lado. Yo no sé ustedes, pero ha habido cosas en el pasado que creía absolutamente ciertas y que ahora veo que eran incorrectas. Por eso intento recordarme todos los días que aquel que piensa diferente a mí puede llevar razón. Procuro alejarme de cualquier cosa que acabe en ismo.
No olvidemos que somos frágiles, como nuestras democracias y nuestras verdades absolutas. Y no olvidemos que hace 60 años, cuando la sociedad adormecida se levantó, tenía 50 millones de personas menos.
1 Comments:
Tienes razón al decir que hemos vivido siempre en democracia, pero ése es un sistema en el que yo no creo. La democracia es la burocratización y la perpetuación en el poder de las oligarquías.
Pero lo importante, y en lo que sí tienes toda la razón es en que debemos basar las relaciones en el respeto al otro. Digo respeto y no tolerancia, ¿o es que alguien tiene que tolerar lo que hago o dejo de hacer?, será suficiente con el respeto.
Un gran artículo.
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