D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

martes, noviembre 01, 2005

Superjavi



Posiblemente sea la mejor película de superhéroes que jamás se ha hecho, y tiene ya más de veinticinco años. Una historia entretenida, buenos efectos especiales (en aquella época desde luego lo eran), un buen reparto (soberbio Gene Hackman) y una banda sonora eterna (John Williams, quizás el mejor compositor de bandas sonoras de la historia, con permiso de Enrio Morricone) la catapultaron al nivel de clásico y a su protagonista, el ya desaparecido Christopher Reeve, al nivel de Dios. Sin embargo no tuvo suerte el tío. Su interpretación fue tan buena que difícilmente se le podía imaginar en otro papel, y eso es lo peor que le puede ocurrir a un actor. Encasillarse. Así pues acabó fracasando y apenas se le vio en un par de películas sin el traje azulgrana (no, no creo que fuese del Barsa). A la primera parte siguieron otras tres, que si bien resultaban entretenidas, no alcanzaron el nivel de su predecesora. Quedó pues relegado a la televisión, hasta que ese desgraciado accidente le impidió volver a andar. No obstante Superman se hizo un hueco en nuestras vidas, y cuando el mito abandonó este mundo tras una larga enfermedad, todos perdimos algo. Llevaba ya algún tiempo muerto, pero vivirá eternamente.

El superhéroe es, por definición, un hombre o mujer con poderes o habilidades extraordinarias, que ha tenido una infancia dura o traumática y que recibe la tremenda responsabilidad de derrotar el mal, de salvar al mundo. Porque todo superhéroe necesita un alter ego, un supervillano. El bien no puede existir sin el mal. Un concepto sencillo. De los cómics al cine y la televisión, estos personajes se han abierto un espacio en el mundo actual, racional, donde si te tiras por la ventana intentando emularlos acabaras espachurrado en la acera, y pobre del que luego tenga que recoger los restos. Pero no solo esta el kriptoniano. Spiderman, Hulk, los 4 fantásticos, X-Men, Batman (el único ¿normal?) y una larga lista de nombres que desconozco, no soy tan friki.. El que más me gusta? Pues no es un héroe ni un villano, es un antihéroe. Es Lobo. Otro día hablamos de él.

Al mundo actual le vendrían de puta madre unos cuantos de estos. Más que nada porque los que tienen el poder de cambiar las cosas (para mejor, claro está) se acercan más a los supervillanos. Tampoco nos vendrían mal unos superpoderes no? No estaría mal eso de poder volar y llegar al curro en 5 min., en vez de las dos horas que suelo invertir en nuestro maravilloso sistema de transporte publico. Un amigo me comentaba cierto día, que si el pudiese tener algún tipo de poder, no seria volar, ni tener una fuerza sobrehumana o ser invisible, sino simple y llanamente el poder de leer la mente de las mujeres. “¡Tío el que consiga eso dominará el mundo!” Bromas aparte, como simples y puros mortales somos conscientes de nuestra mortalidad y por ello la lógica razón nos devuelve al mundo real en el que vivimos. ¿O no? ¿Será esto Matrix?

Pues lo sea o no, el mundo real es en ocasiones una mierda, donde no podemos esperar que venga Superman u otro superhéroe a salvarnos. Sin embargo sí tenemos superpoderes. Cada vez que nos caemos podemos levantarnos. Cada vez que nos equivocamos, podemos rectificar y aprender. Cada vez que hacemos daño a un ser querido, podemos pedir perdón. Cada vez que lloramos, podemos reír después. Largo y extraño es el camino de la vida, pero pese a las piedras y escollos la oscuridad dejará paso a la luz, la tristeza a la alegría y la resignación a la esperanza. Y no necesitamos trajes ni una S en nuestro pecho. Porque todos somos superhéroes. O podemos serlo.