D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

martes, diciembre 27, 2005

Feliz Navidad


Hemos llegado a la ultima etapa del año, aquella en la que las calles se engalanan como nunca, las televisiones emiten constantemente anuncios sobre lo que debemos regalar y solemos estar de mejor (o peor) humor. Es la Navidad. Tiempo de comilonas, borracheras y excesos, de quedar con ese amigo al que no sueles ver, de ver a esos familiares con los que no sueles quedar y de reflexionar sobre lo que ha sido el año. En términos estrictos, la Navidad es la celebración del nacimiento de Cristo, pero pocos son ya los que la celebran así. Belenes no faltan en los hogares, pero ya solo como adorno. Regalos que yacerán bajo el árbol y que dejaran temblando la Visa. Unos minutos de recuerdo a aquellos que se fueron para no volver hacia el sueño eterno. Los fríos invernales rodean el ambiente y miramos al cielo para ver si puede caer algo de nieve (mejor en fin de semana).

No hace falta decir que los que viven con mas ilusión estas fechas son los pequeños de la casa. Pasaran tardes enteras hojeando catálogos de juguetes en busca de aquel trasto que les haga pasar horas de diversión, redactando con ilusión la carta a los tres viejos monarcas. Los turrones y mazapanes les endulzaran estas fechas y provocaran algún que otro atracón. Las vacaciones escolares les permitirán ignorar ese molesto sonido que nos saca de nuestros sueños y que nos recuerda que un nuevo día ha comenzado, a veces demasiado temprano. Recuerdo que la noche antes de reyes solía soñar, varias veces con lo que me iban a traer, hasta que mi madre entraba y con una sonrisa me decía “¡Corre, levántate, que ya vinieron los Reyes!”.

Los tiempos cambian y las navidades también, y para mí son una época de transición, en la que hay que disfrutar lo mas que se pueda y procurar no amargarse demasiado y reflexionar sobre lo que ha sido el año y prepararse nuevos objetivos para el siguiente; no ha sido un mal año la verdad, pese a que ha habido algunas sombras. Mucho mejor que 2004 sin duda. Y 2006 espero que vaya aun mejor. De momento, mientras me coma las uvas, ya se lo que voy a desear. Feliz Navidad a todos pues.

martes, diciembre 20, 2005

Una nueva vida


A treinta mil pies de altura, contemplando el horizonte a través de una minúscula ventanilla, todo me parecía tranquilo; una vista preciosa, que se extendía a lo largo de decenas de kilómetros y cuya belleza pedía a gritos ser inmortalizada en los sensores de la cámara digital. No parecía cierto que al otro lado del grueso cristal la temperatura fuese de cincuenta bajo cero. Tampoco que nos desplazásemos a novecientos kilómetros por hora. Hace cientos de años quemaban a aquellos que osaban afirmar que algún día esto seria posible. El caso es que estuve casi todo el viaje observando, hiptonizado e incluso fascinado, a través del cristal, un manto blanco que parecía algodón, y más arriba, el Sol, mostrando todo su esplendor.

Fue un viaje corto, pero intenso. Tenia ganas de hacer uno, de ver mundo, de caminar por calles extranjeras, de escuchar a la gente hablar en otro idioma, de ser yo el turista. Y esto fue posible gracias a mi amigo Aitor, el cual me invito amablemente a pasar unos días en la capital de Europa, Bruselas, tierra de políticos, comisiones, parlamentos, chocolate y lluvia. El ya llevaba unos meses allí y se conocía perfectamente la ciudad, lo cual fue una gran ventaja para no perder demasiado tiempo en consultar mapas y guías turísticas. Lo que más me llamo la atención fue las pocas horas de sol que tienen allí; no en vano, cuando Aitor observo que me había traído las gafas de sol se echo a reír y exclamo que era lo más inútil que había traído. Y fue cierto. Pero no me importo mucho. El caso es que me lleve buenos recuerdos, muchas risas y buenos momentos (Aitor, como veamos otra vez al friki le damos con el paraguas...).

El viaje coincidió con el fin de una etapa que duro demasiado tiempo, una etapa un tanto oscura y en la que andaba bastante perdido; por eso a veces pienso que en muchas cosas he vuelto a nacer. Y después de atravesar un largo túnel la luz al principio ciega. Bienvenido seas al mundo real, me decía un amigo. Si, la verdad hay días que uno se metería en la cama y no saldría de ella. Pero con tantas cosas que merecen la pena no importa. Por eso a veces cuando la incertidumbre entra en escena y no le dejas de dar vueltas a eso que te preocupa, quizás lo mejor es recordar algún momento o recuerdo agradable y sonreír, y mirar al futuro con optimismo.

Detrás de un final siempre hay un principio, y con ello quiero decir que empezamos de nuevo otra etapa, que no sé cuanto durará lo que sí se es que me está gustando, no sé si porque llevaba mucho tiempo mal o porque entre otras cosas, mi camino se cruzó con una persona cuya sonrisa iluminaría la noche más oscura. La verdad, es que es una mezcla de todo, el caso es que la incertidumbre ha entrado en escena y procuro sonreír, aunque este hasta arriba de tareas pendientes, tenga cientos de folios que estudiar y me queden muchas solitarias noches de curro. Pero también me quedan muchas excursiones a la montaña, muchos viajecitos con mi recién adquirido coche y buenos y agradables momentos que disfrutar, espero que en buena compañía. Largo y complicado es a veces el camino, pero aquellos que sepan levantarse después de haberse caído son los que saldrán elegidos.