D-Generación

"Una generación extraviada en un mundo casi perdido, lejos de la Generación del 98, del 14, del 27, de mayo del 68, no somos otra cosa que una 'D-Generación'"

martes, febrero 28, 2006

La guerra de los números

Es prácticamente imposible saber el número exacto de personas que se congregan en una manifestación. No es algo nuevo; en física por definición es imposible saber el valor exacto de una magnitud, siempre hay que acompañarla del error. Para que podamos dar por bueno el cálculo de esa magnitud dicho error no debe exceder del 10-15 % del valor calculado. Un error mayor nos indica que hemos hecho mal los cálculos, que el aparato que hemos usado para medir es una castaña, o que el modelo con el que trabajamos no es válido. Por ello existen toda una serie de métodos para tratar de minimizar ese error, pues como he comentado antes, sólo podemos hablar de soluciones aproximadas y en poquísimos casos está en nuestra mano calcular la solución real.

El problema que tratamos aquí es complejo por varios motivos; el primero, que la cantidad de personas, llamémosla p(r,t) no es constante ni en el tiempo ni en el espacio (a la manifestación se le suma gente y también se le resta); el segundo, que habría que distinguir entre los transeúntes que pasan por las zonas de recorrido de la manifestación y los propios manifestantes. Y el tercero que esa masa anónima de personas que se deslizan por las calles está formada por individuos distinguibles, con distinta masa, estatura, color de pelo, etc. Para solventar estos problemas hay que hacer aproximaciones; suponer a todos los individuos idénticos, con un pequeño error, delimitar bien las zonas de la manifestación y definir una hora de máximo aforo (suele ser cuando llega al punto de destino, se lee el comunicado y después la muchedumbre se dispersa).

Estas ideas no son para nada nuevas; las autoridades poseen programas informáticos que tienen en cuenta estas premisas y que analizan las fotos y vídeos recogidos por helicópteros para luego calcular una cantidad. El resultado parece ser, por tanto, una solución aproximada al problema. Sin embargo estas cifras siempre son ignoradas y acusadas de manipulación. No hace falta retroceder en el tiempo para encontrar un ejemplo. En la pasada manifestación convocada por la AVT, éstos últimos anunciaron que la manifestación había sido un éxito tremendo con una asistencia de más de un millón de personas. Las autoridades sin embargo hablaban de poco más de cien mil; un error del MIL POR CIENTO. Interesante (ello implicaría una ocupación de 25 personas por metro cuadrado). Si yo en un examen calculo una solución con ese error posiblemente me echarían de la facultad.

¿En qué se habrán basado estos respetables señores para anunciar tan tremenda asistencia? Bueno, es lógico que los convocantes siempre hablen de éxito, porque al final la masa es la masa, y cuantos más, mejor. Sucedió igual con la manifestación anti-homosexuales, con la manifestación queremos-religión-y-al-que-no-le-guste-que-se-joda y con la manifestación contra la guerra de Irak; en realidad a mi me la sopla el motivo, que sea de izquierdas o de derechas, pero sí me interesa que las cifras sean lo más exactas posibles. Algo difícil desde luego, pues el interés está por encima de los números (lo cual provoca la guerra de números); además en estos casos siempre se tiende a creer la cifra mayor. Lo siento, pero en este caso tengo que confiar más en una cifra calculada con variables que en otra calculada gracias al trabajo de algunos que, móvil en mano, se colocan estratégicamente en distintos puntos móvil en mano. Oyes cuantos van por ahí? Diría que unos cien mil. Así pues, para la próxima vez, diez millones de personas estaban en las calles, no importa que protesten contra ETA, la OPA o la extinción de los urogallos salvajes de Canadá. Todos estábamos allí. Y tú también.

lunes, febrero 27, 2006

Los estados de guerra, una lectura.

Antes de que se acabe el día, comparto esto con ustedes.

Avant que le jour finisse, je partage cela avec vous.

Before the day has finished... i share with you this. A paper wich is payed content in a spanish magazine. ( el Siglo de Europa )

La otra transición iraquí: de la guerra al estado de violencia

El Iraq que dice haber liberado la coalición que lidera Estados Unidos vive en realidad preso de la inseguridad. Terroristas, insurgentes, mercenarios y soldados son, entre otros, los responsables de la violencia que azota el país día tras día.

En Iraq existe un proceso político en marcha tras la proclamación de victoria hecha por el presidente George W. Bush a bordo del portaviones Abraham Lincoln en mayo de 2003. Un año después de ese acto, los iraquíes recibían la soberanía que les había sido arrebatada con la invasión de marzo de 2003. El segundo año de ocupación, los iraquíes acudieron hasta en tres ocasiones a las urnas para elegir la Asamblea Constituyente, aprobar la nueva constitución iraquí y, finalmente, votar en las elecciones legislativas del pasado 15 de diciembre. En virtud de su victoria en estos últimos comicios, la coalición de partidos chiíes, la Alianza Unida Iraquí, ha reelegido a Ibrahim Al-Jaafari como nuevo jefe de gobierno. Al-Jaafari es, por tanto, el primero en ocupar ese cargo de manera plenamente democrática desde hace décadas en Iraq.

A la luz de estos hechos, la invasión y la ocupación posterior que ha dirigido Estados Unidos han posibilitado la transición de la dictadura de Sadam Husein hacia la democracia. Sin embargo, este proceso político está ensombrecido, sino completamente eclipsado, por la violencia que se desencadena en el país cada día. El maremagno violento que azota Iraq se explica por la lucha contra la insurgencia de las tropas de la coalición en la que también participa el todavía débil y nuevo ejército iraquí, por la guerrilla insurgente y sus ataques contra las tropas de ocupación y las nuevas instituciones del país y, por último, debido a los ataques registrados en el particular conflicto entre confesiones que enfrenta a la minoría suní y la mayoría chií.

De esta forma, las batallas que se desarrollan a estas horas en Iraq están lejos de ser identificables con aquella guerra que lanzaron un conjunto de Estados coaligados y liderados por Estados Unidos contra otro Estado, el del dictador Sadam Husein. Hoy en Iraq el recurso a la violencia no está monopolizado por las tropas de la coalición. Insurgentes, terroristas y agentes de seguridad entre otros, también hacen uso de la coacción en el territorio iraquí. La violencia se encuentra menos aún monopolizada por el Estado iraquí. Éste vio cómo, pocos días después de que Bush se apuntara “una victoria en la guerra contra el terror” a bordo del Abraham Lincoln, el director de la Autoridad Provisional Iraquí, Paul Bremer, anunciaba la disolución de las Fuerzas Armadas de Iraq, del ministerio de Defensa y del Interior: las instituciones que mejor representan en cualquier país el monopolio del uso de la violencia legítima del Estado.

Esta decisión se enmarca en la voluntad de Bremer de eliminar todo cuanto tuviera relación con el régimen y su partido único iraquí, el Partido Baas. Tal y como explica Myrian Benraad, doctorando dirigida en su investigación por Gilles Kepell, ese proceso de “desbaasificación” tuvo como consecuencia la disolución de la administración y una consiguiente propagación del caos. “La amplitud de la violencia en Iraq se explica, ante todo, por la destrucción sistemática del aparato del Estado iraquí”, asegura Benraad en un reciente dossier de la revista Questions Internationales dedicado a Iraq.

El filósofo francés, Frédéric Gros, considera que el caos que vive el territorio iraquí manifiesta que en el país no tiene lugar lo que se define tradicionalmente como una “guerra”. Gros es el autor de “États de violence”, una obra aparecida en Francia en enero de 2006. Todavía sin editor en España, el libro de Gros es un “ensayo sobre el fin de la guerra” centrado en la superación de la definición del término “guerra” que más ha prevalecido en el pensamiento occidental.

En occidente, el Estado, desde que existe, siempre se ha identificado con la guerra. Siendo éste la encarnación institucional de la ley, la consecuencia lógica de una declaración de guerra entre Estados es, como mantenía el jurista del renacimiento, Alberico Gentili, que la guerra se caracterice por ser “un conflicto armado, público y justo”. Sin embargo, Frédéric Gros considera que la guerra de la que habla Gentili “ya no existe”. En la introducción a la problemática filosófica que trata Gros en “États de violence” se apunta que la guerra “ha muerto cerca del punto en que comienza el siglo XXI”.

La reflexión de Gros se enmarca en el trabajo intelectual de muchos otros filósofos y teóricos de la guerra que han pensado el conflicto bélico justo después del fin de la “guerra fría”. Aunque para Gros la guerra tal y como se ha manifestado a lo largo de la historia ya no exista, esto no quiere decir que la humanidad haya entrado en la “paz perpetua” sobre la que reflexionó Emmanuel Kant a finales del siglo XVIII. La idea de la paz perpetua recobró todo su sentido a principios de los noventa gracias a las teorías de la guerra que se alimentan del “el Fin de la Historia” de Francis Fukuyama. Según estas formas de entender la evolución de los conflictos, la victoria de la democracia y la economía de mercado sobre el modelo comunista supondría la expansión del modelo político-económico triunfante a nivel mundial, expandiendo así la prosperidad y la paz que le son inherentes. Las guerras, según estas teorías, se acabarían circunscribiendo al plano interior de los países y estarían condenadas a extinguirse.

No obstante, la década y media transcurrida tras el fin del conflicto entre bloques parece dar la razón a quienes no piensan que las guerras están obligadas a desaparecer. Es más, desde la caída del muro de Berlín, los conflictos perviven y evolucionan. Ahora tienen menos que ver con Estados en ejercicio de la fuerza y más con crisis de origen guerrillero, terrorista o interétnico. Como los que existen en Iraq. A esta nueva forma de guerra -si es que todavía puede denominarse así- Frédéric Gros, la llama “provisionalmente ‘estado de violencia’ ”.

La crisis iraquí, a pesar de que en su origen parta de la voluntad de una serie de Estados de hacer la guerra a otro Estado, es un buen ejemplo de un “estado de violencia” pues el Iraq de la ocupación presenta tras la “desbaasificación” una situación que podría calificarse de “anárquica” y “privatizada”. Estas son dos de las características con las que Gros describe a los “estados de violencia”.

La privatización en Iraq resulta manifiesta muy especialmente en el sector de la seguridad. De hecho, el territorio iraquí ha visto cómo se han implantado empresas privadas de seguridad que desempeñan tareas precisas como la de Erinys, contratada en Iraq para defender las infraestructuras petrolíferas del país pues a menudo son objetivo de la insurgencia. Según Ybes Boyer, director adjunto de la Fundación para la Investigación Estratégica y presidente la SFEM, la sociedad francesa de estudios militares, “los efectivos de las sociedades [de seguridad, ndlr.] están estimadas en unas 25 000 personas, o sea, un poco menos que una quita parte de las fuerzas regulares estadounidenses en Iraq”. Los trabajadores de estas empresas constituyen una versión actual de los mercenarios de la edad media, puesto que a cambio de una remuneración sirven en la guerra a un poder extranjero. Estos nuevos mercenarios forman parte de la “multiplicidad de nuevas figuras” protagonistas del “estado de violencia” del que trata Frédéric Gros en su libro. No son los únicos. A los mercenarios hay que sumar, enumera Gros: “el terrorista, el soldado profesional, el jefe de facción, el responsable de seguridad, etc.” Todos ellos actúan en un nuevo escenario, “la ciudad”, cuyos espacios públicos se convierten, según Gros, “en una feria de espectáculos atroces”. Si la ciudad define el espacio del “estado de violencia”, la temporalidad del mismo no es el de las guerras entre Estados, siempre con fecha de inicio y fin del conflicto bélico. Lo contrario ocurre con la temporalidad del “estado de violencia”. Esta, asegura Gros, es “interminable”.
Semejante tesis lleva a pensar en lo esencialmente irresoluble que puede resultar la actual crisis iraquí. Sin embargo, puesto que la destrucción de las instituciones iraquíes ha sido la principal causa del caos que reina en Iraq, cabe pedir a la coalición que ponga más interés en la reconstrucción del país que ocupa para enderezar la peligrosa deriva de la insegura actualidad iraquí. Si nada cambia, los 135 000 estadounidenses desplegados en Iraq junto con los 50 billones de dólares anuales que le cuesta a la administración Bush la segunda guerra del Golfo seguirán perdiéndose en el “estado de violencia” iraquí que la misma intervención de 2003 ha generado.

martes, febrero 21, 2006

Los otros mundos felices


En este mundo que nos hemos creado el dinero es un dios y comprar es el ritual de la religión, el sacramento por excelencia. Como sacerdotes tenemos un ejército de vendedores que nos emplazan a gastar, a consumir y a buscar la felicidad con una chaqueta nueva, un mp3 o un puto refresco. Pero sólo hacen su trabajo; para recordarnos constantemente que necesitamos esa felicidad y la podemos comprar ya están los anuncios, la publicidad, creadores de mundos felices donde todo es perfecto siempre que, claro está, adquiramos ese producto.

El bombardeo es constante y continuo; de hecho se calcula que un niño al llegar a los diez años ya habrá visto más de quinientos mil anuncios publicitarios sólo en la tele. Ahí es nada. ¿Cuántos habré visto yo?. Revistas, vallas publicitarias, spots en la radio, en el cine, millones seguramente. Algunos son originales, otros parecen completamente estúpidos; pero no se engañen. Está todo estudiado y calculado hasta el más mínimo detalle; el público al que está destinado, los planos de la cámara, iluminación, etc etc. ¿Sabían que por ejemplo, en los anuncios de cerveza, está prohibido por ley que salgan consumiéndola? Es decir, el acto de levantar el vaso o botellín e ingerir el líquido? Fíjense la próxima vez que vean uno (será en poco tiempo). O que el anuncio del semirretrasado Melendi es una propaganda indirecta del hachís (fumada bestial-bajón de azúcar-chocolate…….¡Toke!)

Es que ayer en el curso de monitor de ocio que estoy haciendo nos pusieron un vídeo sobre el mundo de la publicidad y me dejaron a cuadros. Está claro que es un engaño, pero no sabía que lo llevaban al límite: en los anuncios de chocolate a la taza hacen el chocolate con una mezcla de grasa y otros productos cuyo nombre no recuerdo. Al final ese apetitoso dulce humeante y cremoso que descansa en una taza es un veneno. Todo vale por supuesto. El hielo que sale en los anuncios de refrescos es en realidad cristal troceado; los anuncios de juguetes ahora van dirigidos a los padres (escuchen la música de fondo); ¿qué es la publicidad sino el arte de la mentira? Claro, técnicamente no es engaño (te diría un publicista).

Si el bombardeo es constante los efectos también son constantes; nadie puede escapar a ellos. Niños, jóvenes, adultos y ancianos, todo tenemos nuestra campaña preparada, nuestro mundo feliz nos está esperando. Eso sí, saquen la cartera por favor. Que esto no es gratis.

viernes, febrero 17, 2006

La inminencia de un armisticio (I)

Hay un asunto que me tiene francamente intrigado, como ya quedó claro en un artículo publicado en este mismo espacio, hace algunas semanas, tras una entrevista al presidente del Gobierno español (ver "La violencia debe pasar y pasará").

Se trata del fin de la violencia en Euskadi y el Estado español. En aquella entrevista a José Luis Rodríguez Zapatero del 26 de enero, se atisbaba lo que el propio presidente reiteraría dos semanas después tras el Consejo de Ministros del 10 de febrero:

"Estamos en unas circunstancias que me permiten tener la convicción de que puede empezar el principio del fin de muchos años de violencia".

Desde luego, esa frase es tan alentadora como rebuscada y hay que entender, viniendo del jefe del Gobierno, que no se trata de castillos en el aire sino que algo se está moviendo entre el Partido Socialista y la izquierda abertzale.

Pero lo que verdaderamente me ha causado sorpresa (y grata, aunque recelosa) ha sido la portada del diario La Vanguardia de ayer que titula nada menos que de la siguiente manera:

"El entorno abertzale espera ya el anuncio de alto el fuego"

En las páginas interiores, una noticia de Cristina Sen explica este titular tan rotundo:

"La decisión de ETA de abandonar las armas está tomada y se está a la espera de que la organización terrorista pueda anunciar el fin de la violencia que dé pie a la apertura formal de un proceso de paz. Los actores cercanos al proceso así lo analizan y creen que el anuncio, que debe dar garantías, puede ser más pronto que tarde (...)"

De ser cierta esta noticia, que debe ser contemplada con prudencia por la complejidad del posible proceso, impacta e ilusiona a cualquiera (o casi a cualquiera).

A pesar de que los atentados (sin víctimas mortales desde hace más de dos años) no han cesado, desde hace algunos meses se han producido movimientos en Euskadi que posibilitan una posible negociación del abandono de las armas por parte de ETA.

El próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se publicará un manifiesto a favor del proceso de paz firmado por parlamentarias de todos los partidos vascos a excepción de uno (¿Alguien adivina cuál?) y los sindicatos UGT (de inspiración socialista) y LAB (de inspiración abertzale) trabajan también en un texto de elaboración conjunta favorable al proceso de paz.

Por si fuera poco, el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, aseguró el pasado miércoles que el proceso de paz es "mucho más" que una tregua, aunque coincidió con Rodríguez Zapatero en que será "difícil, duro y largo".

Con estos mimbres, y otros de los que hablaremos otro día, la inminencia de un armisticio --siempre con cautelas-- parece inevitable, antes o después, por mucho que le pese al Partido Popular más radical y reaccionario de los últimos tiempos.

jueves, febrero 16, 2006

Las cuentas cuadran ¿España va bien?

Las cuentas del Estado Español cuadran. Salvo el déficit de la balanza exterior, las arcas del país están saneadas ¿Quiere eso decir que España va bien? No, más bien quiere decir que la empresa llamada España tiene las cuentas en regla, aunque con algunos desequilibrios un tanto peligrosos, como la, ya citada, balanza exterior y la inflación, que se ha disparado casi un punto por encima de las previsiones del gobierno (4,2%).

Pero a los españoles, en su mayoría, no les va tan bien. Las economías domésticas, que eso somos, tienen algunos problemas de envergadura. El endeudamiento famililar, sobre todo a causa de la compra de viviendas, preocupa al Banco de España por las consecuencias que puede acarrear en las decisiones de gasto de los hogares, pero sobre todo por las crecientes posibilidades de impago de préstamos. Este problema preocupa porque afecta a la caja de algunos poderes.

Asimismo, entorno a un 20% de los españoles, según el Instituto Nacional de Estadística, se encuentra en la denominada pobreza relativa, o umbral de la pobreza. Son aquellas personas que ingresan por debajo de los 6.278 euros al año lo que les impide afrontar los gastos de la vida cotidiana. A este porcentaje, que representa a unos 8 millones de personas, hay que sumar el 1.750.000 de inviduos que viven en pobreza severa o extrema, es decir que padecen escasez para satisfacer las necesidades básicas. Casi 9 millones de personas sufren algún tipo de pobreza en España.

Por si fuera poco, el precio de los productos se ha multiplicado por dos desde la entrada en vigor del euro, allá por el año 2002. Nos la metieron doblada con la dichosa moneda única. Éste encarecimiento de los precios, no ha tenido traducción en los salarios; lo que implica una importante pérdida de poder adquisitivo en las denominadas economías domésticas, especialmente en las más angustiadas.

Pero debemos ser optimistas, ya que, España está a la cola en gasto público para la protección social, cinco puntos por debajo de la Unión Europea. Somos de los países peor colocados en gasto público en educación. Somos los que más trabajamos y menos cobramos de la UE 15. Tenemos poca inversión en I+D+i. La precariedad laboral y la subcontratación minan las posibilidades de los jóvenes. Etc, etc.

Que las cuentas le cuadren al señor ministro de economía no quiere decir que en este país las cosas vayan bien. Ya que, sólo les van bien a los de siempre. No me miréis como a un romántico o a un luchador de los derechos más básicos de las personas, ni como a uno de esos rojos idealistas, porque no lo soy. Mirad a esas personas que en vuestros barrios, en vuestros propios cubos de basura se buscan la vida, y pensad. Hay gente que defiende la renta básica, es decir que cada persona por el mero hecho de ser persona reciba un salario que le permita vivir. Yo estoy con ellos.

miércoles, febrero 15, 2006

Illa, illa, illa, manejo a la masilla

Seré breve (la cama me llama,agotador día) y os pondré un link al final de este artículo en el que se explica mejor lo que quiero escribiros hoy.

Como tantos y tantos, este martes me pedí una señora cañita, un buen pincho y a ver el partido. Entre los defectos de uno, está el de ser madridista. Que le vamos a hacer, para sufrir ya tengo al equipo de mi ciudad, me gusta ser de uno que gane (o que ganaba, vamos).

A lo que iba. Empezó el partido y ví el Bernabeu. Sale el equipo y el público atrona. Parece mentira, me dije, que esto sea así después de un 6-1. Y no era casualidad. Mi pobre acompañante me tuvo que estar aguantando mientras le jodía el partido con frases como

"mira, tiran del himno viejo para enfervorizar a la gente"

"mira, toda la semana haciendo que se hablara de Juanito para que el público se desgañite"

"mira como han conseguido que nadie pite ni al calvo del Gravesen"


Este martes hubo un espectáculo futbolístico, pero hubo otro mucho mayor. Todo un ejemplo de como conocer una masa (en este caso futbolera) y manejarla con total acierto. El verdadero crack del martes tiene nombre:

Antonio García Ferreras

martes, febrero 14, 2006

La ira de Dios

Quién iba a pensar que un puñado de viñetas podrían provocar semejante crisis, con revueltas, manifestaciones y quema de banderas. La libertad de expresión chocó con el respeto religioso, y el mundo musulmán, en este aspecto, es muy tajante. ¿Es el islamismo una amenaza? ¿Es compatible con la democracia? Un servidor opina que no hay mejor sistema de control que la religión (si exceptuamos al estado de miedo); y si añadimos esa frase, que no recuerdo quien la dijo, el individuo es inteligente pero la masa es estúpida, ya tenemos una bomba preparada.

A mi todas las religiones me parecen iguales; piden respeto pero no respetan. Exigen pero no dan nada. Y buscan el poder, el control; decirle a la gente lo que puede y no puede hacer; y cuando no consiguen lo que quieren montan en cólera. La ira de Dios, manifestada a través de sus seguidores. Unos más violentos que otros, eso sí, pero no veo tanta diferencia entre aquellos que queman banderas y los que gritan en la calle contra los que no tienen su preferencia sexual y pretenden decirnos constantemente lo que está bien y lo que no. Personalmente me da igual que fulanito o fulanita quieran mantenerse vírgenes hasta el matrimonio y no utilicen preservativos; pero ¿por qué coño yo tengo que hacer lo mismo? Ello me da que en realidad es “si tu no lo haces yo tampoco” Vamos, la teoría del reprimido represor.

Pero tranquilo, que no soy un masón ni conspiro para acabar con ellas (como piensa la Conferencia Episcopal); no creo que desaparezcan nunca. Dan respuestas sencillas a muchas de las preguntas más trascendentales que se hace un ser humano a lo largo de su vida. Pero tengo mis dudas de que saquen lo mejor de cada uno. ¿Cuántas guerras a lo largo de la historia tenían detrás la religión? Sí, ya sé que es un argumento facilón, pero a que las cosas no han cambiado tanto?

¿Son respetables las creencias religiosas? Pues hasta cierto punto sí. ¿Son dueñas de la verdad, la ética, la moral? Desde luego que no; ellas crean la suya y luego pretenden extenderla a los demás, y aquellos que no la profesan son rápidamente etiquetados como infieles por uno, pobres desgraciados por otros. Por eso se las ve el plumero. Pero la ira de Dios es poderosa, temible a veces. Menuda se ha liado con las putas viñetas. Hasta la ONU ha intervenido.


Algunas emociones humanas son poderosas, el odio entre ellas, y cuando este es alimentado por sentimientos religiosos, peor todavía. La razón desaparece y da paso a los instintos más despiadados. No sé qué se le pasará por la cabeza a un terrorista segundos antes de reventar, o qué pensaban los torturadores de la Santa Inquisición antes de someter a los condenados a los más horrorosos rituales. La lógica invita a pensar que están como putas cabras, y bastante cabreados. Los creyentes llevados al límite. La ira de Dios.

lunes, febrero 13, 2006

British troops in Irak. I vowed you a text too

Desde hace tiempo nos podríamos haber dado cuenta de que un hecho que damos por sentado y se puede plantear hoy día entre interrogantes. “Los europeos luchan mejor contra el terrorismo que los estadounidenses”, pensamos. Esos europeos, desde luego, no deben ser los británicos, al menos no aquellos que tanto hemos apoyado en sus negociaciones con el IRA.

Este video da que pensar sobre los métodos antiterroristas del ejército de la Reina de Inglaterra. En Iraq se fue a combatir, paradójicamente, el terrorismo que creó la invasión. Raro y violento, como las invasiones.


Cela fait du temps qu’on peut s’avoir aperçu d’un fait qu’on considère vrai, incontestable. Il s’agit de la pensée : « Les européens luttent mieux contre le terrorisme que les états-uniens ». Ces européens ne doivent être les britanniques, au moins ceux qu’on a tellement soutenus dans la négociation avec l’IRA.

Cette vidéo met en question les méthodes de l’armée de la Reine de l’Angleterre. En Irak on est allé combattre, paradoxalement, le terrorisme qui a été crée par l’invasion. Bizarre et violent, comme les invasions.

We could realise before that a fact considered as true is now not so truth. “Europeans fights better against terrorism than Americans”. Those Europeans must not be British, at least those who we’ve supported in negotiations with IRA.

This video makes think about British methods against terrorism. It seems that: To Irak, one went to fight, paradoxically, against the terrorism that one has made. Bizarre and violent, like an invasion.


Os debía un texto: Voilà donc, un texto sobre la propaganda. También relacionado con lo anglosajón en Oriente Medio. Es para diagonal, todavía no lo han publicado, es una première.
El Pentágono y la prensa: información ataca a la opinión pública iraquí

Las “operaciones psicológicas” del Pentágono en Irak se han convertido en otro quebradero de cabeza para la Casa Blanca. Su portavoz, Scott McClellan, manifestó el pasado mes de diciembre la “preocupación” del ejecutivo estadounidense debido a las informaciones que hacían pública la campaña de propaganda que el Pentágono ha desarrollado - y que podría estar desarrollando todavía - en Irak.

Los Ángeles Times, primero, y el New York Times, después, dieron cuenta a finales de 2005 de las prácticas propagandísticas que han permitido la publicación de artículos que presentan positivamente la ocupación militar estadounidense y las instituciones de gobierno que han surgido con ella en Irak. Los periodistas de Los Ángeles Times, Mark Mazzetti y Borzou Daragahi, aseguraban en sus informaciones del pasado mes de noviembre que los “artículos positivos” eran “informaciones que presentaban únicamente un aspecto” de cuanto ocurre en Irak y que, por tanto, “omitían toda información” que pudiera reflejar a Estados Unidos y el Gobierno iraquí de forma inconveniente.

Semejante campaña ha sido posible gracias a Lincoln Group, “una empresa especializada en relaciones públicas, comunicaciones estratégicas que facilita influencia en contextos difíciles y hostiles”, según se presenta la empresa en su página web, http://www.lincolngroup.com. Esta compañía ha estado encargada de recibir textos escritos por el soldados estadounidenses, traducirlos al árabe y ponerlos a punto para que puedan ser publicados en la prensa iraquí a cambio de una cantidad de dólares que oscila entre los 40 y los 2 000, dependiendo del contenido del texto. Artículos, cuyos titulares dejan claro qué tipo de información se ofrece en ellos: “Los iraquíes insisten en vivir a pesar del terrorismo”, “Más dinero para el desarrollo iraquí”, “El viento mueve la arena hacia un Irak democrático”.

Al leer esto, la prensa estadounidense no ha reaccionado bastante mal para los intereses de la ocupación. Como prueba la compilación de artículos que ha realizado The Center for Media and Democracy, buena parte de la prensa corporativa estadounidense no ha tenido en esta ocasión la misma actitud que en 2003, cuando apenas contestaron la amalgama de argumentos de dudosa o ninguna credibilidad que expuso la administración Bush para justificar la guerra contra el Irak de Saddam Hussein.

El editorialista del New York Times, John Tierney, se ha permitido ironizar hasta tal punto sobre las “psy-pos” (psycollogycal operations) hasta tal punto que en uno de sus artículos “ofrecía” temas y titulares a los freelance del Lincoln Group: “Zarqawi, borracho se lo hace con Jessica Simpson en las Vegas”, “Los Suicidas informan desde el más allá: ¡No hay vírgenes!”, “La orgía de Osama: la cinta que Al-Yazeera no enseñará nunca”.
Sarcasmos periodísticos a parte, la cantidad de artículos que ha conseguido publicar Lincoln Group no es ninguna broma. Gracias al trabajo conjunto del departamento de operaciones de inteligencia del ejército estadounidense y a las cerca de dos centenas de empleados que el Lincoln Group mantiene en Irak, se han publicado, según se contaba en a finales de 2005, un buen millar de artículos “positivos” en más de cien periódicos iraquíes. Una cifra que debería haber aumentado puesto que, a pesar de que el Pentágono abrió hace un mes y medio una investigación para saber el alcance de esta campaña, no han sido anulados los más de 20 contratos que mantiene el departamento de Defensa de EE.UU con el grupo de expertos en “información estratégica”.
Valorados en más de cien millones de dólares, los compromisos del Lincoln Group con el ejecutivo estadounidense explican que, en enero, la empresa haya cambiado la ubicación de su sede. Ahora las oficinas de los estrategas de la influencia, se han mudado a la denominada “K Street”, una calle en Washington a dos pasos de la Casa Blanca, en la que se aglutinan gran parte de los lobbies republicanos.
Más difícil de resulta para el Pentágono explicar el hecho que señalaba al poco de leer las informaciones de Los Ángeles Times, el escritor y periodista freelance, Robert Cohen: Los recursos económicos que han permitido al Lincoln Group pasar a la primera división de los grupos de presión estadounidenses “es dinero de los contribuidores”. Tan complicado debe ser que, de hecho, el Pentágono a finales de 2005 respondía a las preguntas sobre el trabajo conjunto entre militares y el lobby de la información así: “no hay conclusiones que anunciar”.
No se deberían anunciarse hasta que no termine la investigación que se inició en diciembre. Pero ésta tarea se complica cada vez más. El 27 de Enero, la redacción de Los Ángeles Times ponía en entredicho la campaña de “operaciones psicológicas” estadounidenses con otra información. Ese día, el insidioso Mark Mazzetti, volvía a firmar un artículo que revelaba el contenido de una directiva del Pentágono desclasificada en la que se prohíbe la ejecución de operaciones psicológicas que tengan como objetivo “audiencias americanas, personal militar o agencias de información”. La prohibición que contiene la directiva firmada en Octubre de 2003 por el secretario de defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, se explica porque, como dicen fuentes militares consultadas por Mazzetti, la Globalización de los medios de comunicación implica que las campañas contra las audiencias extranjeras acaben por afectar a la prensa y la opinión pública estadounidense. Un ejemplo de libro: el de los artículos del Pentágono y Lincoln Group.

jueves, febrero 09, 2006

Dictadura del capital

La polarización experimentada en el panorama internacional entre occidente y, el mal llamado, islamismo (oriente) es evidente en nuestros días. Ya comenté hace poco lo que me parece el enfrentamiento episódico provocado por las famosas caricaturas y la importancia de encontrar causas y soluciones a las motivaciones profundas del conflicto, obviando lo superficial.

Pero ésa no es la cuestión que me trae de nuevo a este palco del buen gusto que es Dgeneración. Más que este enfrentamiento, me preocupan cuestiones como la nueva configuración que está experimentando el mapa político internacional, y me pregunto ¿cuál será su capacidad de influencia en el factor económico que dirige con mano de hierro el sistema?

Más que de polarización oriente-occidente yo hablaría de "triangularización". Existen tres caminos (seguro que hay más) a la hora de posicionarse políticamente en el panorama internacional: La nueva izquierda surgida en sudamérica en los últimos años y que se está terminando de configurar alrededor de Venezuela, con visiones un tanto populistas. La presencia continuada de partidos consevadores en los países del occidente geográfico, al que recientemente se ha sumado Canadá, aunque, tal vez, habría que analizar a los partidos occidentales como facciones. Y finamente, la agitación de los países musulmanes para buscar un difícil equilibrio entre intereses económicos, religión y derechos.

Habría mucho que decir sobre la formación de estas posiciones y en qué desembocarán en un futuro. Pero yo no lo haré. Lo que sí parace claro es que la democracía se ha impuesto como forma de elección de los poderes establecidos, ya sea por imposición como en Iraq y Afganistán, ya sea por presiones internacionales como en Palestina y Haíti, o por asunción del métedo como en la mayoría de países (habría que preguntarse por qué a Arabía Saudí nadie la induce hacía este sistema). Podemos decir que se ha completado la obra política de las revolucione liberales de finales del XVIII y principios del XIX, esperemos que también se implanten los nobles derechos humanos agitados en aquellas fechas.

Sin embargo, en occidente, el gran hermano del sistema, se tiende hacia una pérdida continuada de capacidad democrática. Lo que impide la implantación de los denominados Derechos Universales y, lo que es peor, la incapacidad de frenar la merma de éstos. La globalización est arribé deja, concretamente la internacionalización del capital. Las transnacionales toman decisiones diarias que afectan a miles de millones de personas, muchas de ellas en países en desarrollo, decisiones que no tienen un carácter democrático por emanar de un consejo de administración en el que la ciudadanía, y sobre todo la interncional, tiene nula capacidad de influencia. Además, no existe un órgano regulador que pueda imponer limitaciones al imperio económico de occidente, se ha convertido en la dictadura del capitalismo. Si Marx levantará la cabeza...

El sistema se hizo contradicción. Por qué, si no, las trabas económicas a terceros países, cuando desde foros como el FMI y el Banco Mundial se aboga por el "que la libertad regule el mercado". Por qué un gobierno establecido es menos legítimo cuando se trata de Hamas, o los salafistas, o la derecha francesa. Por qué hay una Carta Universal de Derechos inoperativa. Por qué la democracia no representa al pueblo sino al poder económico. Por qué... Por qué...

miércoles, febrero 08, 2006

¡Pop!

Llevo toda la semana dando vueltas a este artículo de Muñoz Molina en la Muy Interesante.

En concreto (les animo a que se lo lean entero), la frase en la que se dice "desde la lejanía de la órbita lunar, el planeta le provocaba a Michael Collins un sentimiento casi alarmado de fragilidad, como si más que una esfera de roca fuese una pompa trémula y brillante de jabón, una bola translúcida, como esa gota redonda de agua que se desliza sobre la hoja ancha de una parra y que no va a durar más de un segundo sin evaporarse"

Esta pompa parece querer hacer... ¡pop!. A todas las tragedias habituales se nos ha unido la última tontería, la de las viñetas de Mahoma. Un periódico danés de medio pelo que ha sacado unos retratos de mahoma y que ahora han sido rescatados (la pregunta es ¿por quién? ¿para qué?) para acicate de nuevas protestas del mundo islámico.

Particularmente defiendo que el miedo no puedo coartar la libertad de expresión, pero que esta tiene unos límites, que incluyen no dibujar a Jesucristo fornicando con San Pedro, ni a Mahoma con un cinturón de explosivos. Vamos, lo que me parece lógico.

Es decir, que sigo en mi linea de la semana pasada: pensando en la pompa de jabón y en si no estará cerca de hacer ¡Pop!

Se pregunta Muñoz Molina cómo verán los astronautas la tierra dentro de 3 generaciones. Yo me pregunto si la verán, si habrá tierra o habrá astronautas. Cucarachas siempre habrá, algunas hasta tienen despacho.

martes, febrero 07, 2006

El problema nuclear


La verdad es que aquel tipo tenía un parecido asombroso con el señor Burns, por eso acabó recibiendo ese mote; físico nuclear, experto en fisión, se comentaba que él había diseñado la central de Vandellós. Recibió la honrosa tarea, desde 1975, de impartir la asignatura Reactores Nucleares, de quinto curso, quizás la más dura de toda la carrera. Asistí durante un semestre a sus clases, y desde luego que este tío era un puto genio. Pero el genio no va siempre unido a la capacidad docente. Un tipo arrogante, desagradable y amargado, que se deslizaba por los pasillos de la facultad mirando al suelo, quizás por el peso de su propia chepa. Sus exámenes eran demasiado complicados, pero el verdadero problema era su forma de corregir. No era muy aconsejable acudir a la revisión de un examen salvo que tuvieses un 4,9 o le cayeses muy bien (cosa bastante difícil). Lo que son las cosas, el plan de estudios fue modificado y su asignatura eliminada. Pocos la echan de menos, y muy pocos le echan a él de menos.


Desde que Fermi, Oppenheimer y otros científicos desarrollaron la teoría de la fisión nuclear esta forma de energía se ha extendido por todo el mundo, tanto en su forma creativa como destructiva. Ambas han generado un sinfín de problemas, sin embargo, las armas nucleares constituyen una amenaza mucho más seria. Tan seria que para controlarlas se creó hace ya décadas el Organismo Internacional de la Energía Atómica, para vigilar aquellos países “peligrosos” susceptibles de disponer de tecnología nuclear. Evidentemente un arma nuclear no es una tostadora, necesita componentes que no se compran en el super, por eso se pueden rastrear……hasta cierto punto.

Desde el final de la Guerra Fría, el islamismo radical fue visto como una gran amenza por la posibilidad de que tuviese acceso a armas nucleares. La desintegración de la URSS y de su arsenal nuclear sólo echó más leña al fuego; la CIA, el Mossad y el MI6 tuvieron trabajo extra durante muchos años. ¿Ha habido alguna situación de riesgo? Lo siento, si te lo dijese, tendría que matarte (y me caes bien). Seguro que sí. Las propias armas nucleares han evolucionado y ahora son más pequeñas. Las llamadas bombas sucias no tienen tanto poder destructivo pero son mucho más pequeñas y fáciles de transportar. Pregúntale a Tom Clancy.

A los americanos les gusta tener el control, y en este tema lo tienen; poseen un arsenal nuclear de miles de ojivas, listas para ser usadas en cualquier momento (y las usarán si lo creen necesario). Y no les gusta que sus enemigos jueguen en la misma división. Irán es un problema, y Corea del Norte otro también. Quizás más los segundos, que ya disponen incluso de misiles de largo alcance.

Por otra parte la energía nuclear convencional también genera problemas, sobre todo uno llamado estroncio 90; un isótopo de radioactividad alta y que tarda 3600 años en desintegrarse. No hay forma de tratar eso, sólo esconderlo bajo la alfombra. En España, pese a la presión de ciertos sectores, parece que se va a prescindir de esta forma de energía. No la echaré de menos, lo que si echo de menos es más inversión en energía solar. Pero es otra historia.


Amigos, tenemos un problema nuclear; el mundo se puede ir a tomar por culo en cuanto alguien pulse el botón. ¿Serán los americanos? ¿Los israelíes? ¿O un terrorista? Yo mientras tanto me voy a merendar, y a ver si me sale algún plan para el viernes. Me acercaré un día a la facultad, a entregar un trabajillo y quizás me encuentre con el señor Burns. Creo que si le pasas un contador bequerel por su cuerpo, pitaría. Quién sabe lo que habrá vivido este tío, pues alguna vez comentó en clase que ha dado cursos sobre energía nuclear por todo el mundo; a lo mejor a algún futuro terrorista. Disfruten de la vida damas y caballeros.

viernes, febrero 03, 2006

¿Usamos la libertad de expresión o abusamos de ella?

Que escritores como Salman Rushdie están perseguidos por radicales islamistas es un hecho. También lo es que terroristas con grados de integrismo similares a los de éstos matan y secuestran a civiles inocentes. Pero relacionar islam y terrorismo es un error mayúsculo y demuestra una simpleza de miras enorme, más aún si se utilizan símbolos ofensivos para los musulmanes con el fin de mofarse o, como se ha dicho, "provocar un debate".

Por supuesto, me refiero a las caricaturas de Mahoma publicadas inicialmente en Dinamarca, y extendidas después a otros países europeos. Y es que más que "provocar un debate" sobre la libertad de expresión respecto al mundo árabe, lo que esas viñetas hacen -y pretenden hacer- es, sencillamente, provocar, a secas.

Creo que no hace falta recordar que el islam prohíbe reproducir imágenes de Mahoma y Alá para huir de la idolatría.

Por eso, y en contra de lo que acostumbro a hacer en este espacio -es decir, ilustrar aquello de lo que trato- hoy no mostraré las ilustraciones (si indagáis en la red las encontraréis), por respeto. Y no por miedo, como se ha dicho en el debate suscitado a raíz de esta polémica.

La libertad de expresión es incuestionable, sin duda. Pero, ¿hasta qué punto puedo usarla? Además de los límites legales, que algunos códigos recogen -desde luego en el español y creo que también el danés-, existen límites morales que cada uno debe aplicar pero que no deben rebasarse.

¿Por qué ofender a alguien con mi libertad de expresión si puedo usarla a mi antojo sin faltar al respeto? Como siempre hay que diferenciar entre uso y abuso, y mofarse del islam, identificando a terroristas con todos los musulmanes, es un abuso flagrante.

Pero más flagrante es si cabe, engordar la pelota y extender la polémica por toda Europa, hasta el punto, por poner un ejemplo, de que el diario El País publique hoy en portada una reproducción de una viñeta de Le Monde del pasado jueves que dibuja el rostro de Mahoma con la frase "No debo dibujar a Mahoma".

El colmo de los despropósitos es echar más leña al fuego. Con lo fácil que habría sido pedir perdón inicialmente... Seguro que la mayor parte del mundo islámico habría aceptado las disculpas, y se habría frenado una polémica que ha estallado esta semana, cuando los primeros dibujos se publicaron en septiembre.

Usemos la libertad de expresión y no abusemos de ella porque la perderemos.

miércoles, febrero 01, 2006

Cine de catástrofes



Todo empezó este verano. En el traslado de línea telefónica de mi antigua ciudad a la actual, Telefónica tardó un siglo y medio (5 meses, concretamente). Este tipo de trato al cliente que dispensan Timofónica y demás compañias dedicadas a este tema - cada una en su medida -, merecería de por si un artículo, pero no es esa mi intención hoy.


A lo que llevó eso fue a largas horas de lectura en las que me leí de todo menos el Quijote. Todo ello por evitar la televisión, aparato que apenas veo excepto lo que mi trabajo exige. Este verano, salvo "24" y alguna otra producción, apenas encontraba algo interesante que ver. Al volverme a hacerme con conexión, empecé de nuevo a "buscar" material interesante con el que pasar las noches. La lectura también cansa, y a veces apetece tumbarse y ver algo interesante. Y últimamente me ha dado por el "cine de catástrofes". Bueno, más bien las series, que podemos disfrutar gracias a cientos de frikis que pueblan estas anchas redes.

"Los 4400" es una serie de la que no desvelaré demasiado su contenido, por si acaso alguien se reengancha cuando Antena3 vuelva a ponerlo (algún día lo enlatarán, seguro). Digamos, sin entrar demasiado, que en el mundo está pasando algo raro y hay unos tipos con poderes excepcionales de un día para otro.

"V - Los Visitantes" es otro de los homenajes que me estoy dando. Esto si que lo conocemos todos, la mítica serie (y que bien se conserva con los años) sobre una invasión extraterrestre de la tierra. Magnífica serie, estoy gozándola realmente.

Es una temática, la de estas series, películas, libros...que siempre permanece en el imaginario colectivo: la destrucción. Estoy pensando en ese mundo del final de la Guerra Fría, época en la que se emitió V.

Y es que nos sentimos frágiles, en un modo de vida perfectamente destruible. Piensen (¿han visto "13 días"?) en la crisis de los misiles, cuando cerca estuvimos de la destrucción total si EE UU y la URSS se hubieran liado a pepinazos. Por no hablar de cómo pensarían aquellos que vivieron en sus carnes las guerras mundiales.

No hablo de meteoritos, ni de extraterrestres, hablo de nosotros mismos. Si en vez de dgenerados fueramos unos enajenados, nos plantabamos en Nueva York, cada uno en un punto estratégico, cogemos un fusil - allí no es precisamente difícil conseguirlo - y a una hora convenida matamos cada uno a todo ciudadano que pillemos, bloqueamos la ciudad. Y con ello el país. Y con ello el mundo.

El 11-S, el 11-M, el 7-J, nos demuestran que vivimos en un mundo lleno de incertidumbres. La crisis de Irán o simplemente cuatro chiflados bien organizados, pueden mandar al garete nuestra actual convivencia. Y haberse preocupado por si Lanzarote pierde los papeles, parecerá una estupidez.

Aun así, pese a guerras, líderes idiotas y contaminación, puede que hasta tengamos un futuro. Muchos no pensamos que esta humanidad llegará al 2060, pero a saber cuantos confiaban en un mundo más o menos pacífico para el 2006. O en un mundo, a secas.

Y siempre habrá quién utilice ese miedo para agarrarse a una bandera o a unos prejuicios y acabar con la libertad del ciudadano.

La verdad está ahi fuera